Gabriel Corrado despide un buen año

Tema: Gabriel Corrado despide un buen año Jue Dic 16, 2010 8:13 pm

Gabriel Corrado despide un buen año
Gabriel Corrado cierra su año como villano en "Malparida" y como juez de matrimonios.

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Quizás sean los 50 años que acaba de cumplir o la pila de experiencia que ya tiene en sus espaldas. Lo cierto es que Gabriel Corrado sorprendió este año al público argentino con otras facetas.
Llega apurado y maquillado. Con cada saludo (todos distintos), dedica una sonrisa que se nota, sabe manejar hace tiempo. “Esto de hacer dos programas a la vez, es una locura”, dice, como disculpándose por la demora. Y aunque no hacía falta, parece un buen detalle.

Por unos minutos cuesta saber si vamos a conversar con “el Almirante” –el más malo de Malparida – o con El referí del matrimonio , la nueva propuesta de Telefé y Endemol, que lo pone como conductor y lo transforma, por la tarde, en un árbitro matrimonial. Una cosa es segura: ya no  estamos frente al eterno galán de telenovelas que hacía suspirar a miles de mujeres con su mirada. “Esto, recién empieza”, remata él, con esa sonrisa, claro.

–¿Elegiste hacer de villano por tener ese papel pendiente?
–No, no fue por algo pendiente. La verdad es que yo, en los más de 20 años que tengo de carrera siempre traté de buscar cosas que a mi, en principio me entusiasmen, esta es la verdad. Dejé la facultad de medicina y empecé a estudiar teatro porque era lo que yo de chico quería hacer, empecé a trabajar en televisión porque era lo que yo quería hacer. Esto tiene que ver con romper los paradigmas que uno tiene prefijados con el tema familiar, con la cosa genética. Siempre fui y soy así; esto de querer buscar nuevas alternativas.

Gabriel Corrado agrega que ahora quiere hacer lo que quiere. “Después de Juanita la Soltera que también fue un proyecto de nuestra productora que hicimos con Pol-ka, hice cine, le puse mucha energía a mi empresa, viajé mucho y me llama Adrián para decirme si quiero hacer televisión. Ya me habían ofrecido otras cosas en estos cuatro años que no me interesaron. Pero cuando él me ofreció Malparida , me pareció una oportunidad fantástica de poder hacer un villano muy interesante. Y cuando me lo contó Marcos Carnevale (director de contenidos de Pol-ka), me entusiasmé más. Me di cuenta de que yo no lo había hecho y que estaba bueno: un malo que tenía consistencia, que podía manipular y que también era un desafío, porque yo podía gustar, o no”.

Para el actor, también tiene que ver con una actitud de vida: “Yo que cumplí 50 años el otro día, un amigo mío me decía que en Oriente que los 50 años significan un renacer. Me encantó. Y tiene que ver con algo que yo hace un rato vengo pensando, de que “esto recién empieza”.

–Antes de entrar, ¿veías Malparida?
–No, pero me llamaron mucho tiempo antes de empezar. Y estuvo muy buena la expectativa que se generó con el personaje, porque previamente se hablaba mucho del “El Almirante”, sin que yo apareciera. Había que estar a la altura.

–¿No pensás que hay mucha angustia en Malparida, con una protagonista que representa el anti amor?
–No, es de venganza. Bueno, como en Millennium , ¿no? (Se refiere a los libros de Stieg Larsson, la trilogía Millennium ). Ella, la protagonista, es una mujer que mata. Fijate que el éxito de esos libros radica en una heroína distinta y el éxito de Malparida , también. Lo bueno de estas malas es que tienen un por qué. No son malas porque sí. Mi personaje no es malo per sé, es malo porque lo dejaron en la calle cuando tenía 12 años.

Ficciones y más
Fue un año difícil para la ficción en la TV. Hubo buenas apuestas que no lograron funcionar y pocas respuestas para explicarlo. Escuchándolo, se hace difícil no preguntarle al hombre que formó parte de telenovelas que hoy son un clásico, o que trabajó junto a damas del género como Grecia Colmenares, Luisa Kuliok, Andrea del Boca o Maricarmen Regueiro, sobre las claves de un éxito. Sin embargo admite que no hay fórmulas exactas en este terreno y que nunca se puede bajar la guardia. “El público es, en definitiva, el que pone el pulgar hacia arriba o hacia abajo. Pero es muy doloroso que levanten un programa. Ahora, también 22 es cierto que uno no sabe qué va a funcionar y qué no, porque si no estaríamos llenos de éxitos. Este es un laburo sin red. Uno se tira, va ajustando cosas y se juega”.

Corrado agrega que “a veces tenés los mejores libros, los mejores autores, actores, la mejor música y director de fotografía y no funciona. Hay algo que tiene que ver con una química que fluye o no fluye. Malparida es un éxito y yo me subí a esa historia, no llegué a salvar nada. Yo me subí a ese éxito, a un tren de alta velocidad”.

De villano a juez
De lunes a viernes a las 16.30 de la tarde, se pone el traje de El referí del matrimonio , una propuesta que llegó de la mano de Endemol a la pantalla de Teleocho, en donde Corrado hace de árbitro, sin dejar de lado el humor, de los problemas matrimoniales.

No es la primera vez que conduce, pero sí su debut en el país, ya que la anterior experiencia fue en España. “En Tele 5, en 1993 –yo tenía 32 años y hacía relativamente poco que yo trabajaba en esto- me contrató para conducir un programa de entretenimientos que se llamaba Vivan los novios.

Me acuerdo que en su momento me sorprendió, les preguntaba si ellos estaban seguros y me respondieron que estaban convencidos, y que yo lo podía hacer bien. Y allí, negocié mi contrato, fui con toda mi familia, porque veníamos de viaje de estar en Italia presentando una novela y nos quedamos ahí. Yo ya tenía un contrato para volver a hacer Perla Negra , pero tenía siete meses en lo que no tenía nada que hacer en la Argentina, entonces me cerró perfecto. En ese tiempo me tocó conducir la Gala de Noche Vieja, que es el año nuevo. Fue un show que conduje con Claudia Schiffer. ¡El sueño del pibe!”

–Trabajando en la Argentina, ¿se siente distinto?
–En relación al trabajo puro y duro, es lo mismo. Lo que sí difiere es el vértigo que te provoca tu público. En el país de uno, está el miedo de que te den con un hacha tanto la prensa, como el público. Es como el primer examen que te pone nervioso. Y en ese sentido yo afuera me sentía menos preocupado.

–En el casting estuvieron Pettinato y Ronnie Arias. ¿Qué tuviste vos que no tuvieron los otros para quedar?
–No, no quiero confrontar, por favor. Yo hice un casting con toda la humildad, que me parece que está bueno no creer que uno se las sabe todas y hacer un casting, sea para actuar o presentar o lo que sea. Uno siempre está rindiendo examen en esta profesión. Y hay que estar preparado para eso, no te tiene ni que bajar la autoestima, ni nada. Entendí más el formato por haber hecho el casting, porque fue de alguna manera hacer el programa. Y después, una sorpresa muy linda que me hayan elegido. Que el que dé la última palabra sea Jerry Seinfeld (el genial comediante norteamericano que creó del formato), es una caricia.

–¿Hay algo de tus años de matrimonio que está arriba del set en el Referí del Matrimonio?
–No hay una fórmula para que funcione un matrimonio. Ahora, llevo 20 años y si bien no es que me avalen, siento que hay conflictos por los que yo pasé. Me ayuda tener un panel que opine, aunque yo tenga la última palabra.

–¿Irías a un ciclo así?
–No sé si contaría mis problemas con mi pareja públicamente.

–Pensás que todo esto tiene que ver con una tendencia actual a exponerlo todo?
–Hay una necesidad de la gente de estar contando todo, es impresionante. Y la TV, para mi gusto, es la gran pantalla para mostrarse, sin dudas. Todavía ni Internet ni otros medios han logrado eclipsar a la televisión abierta.

Justina Berard