Críticas, amenazas y “consejos” como forma de apriete
El regreso del “no te metás”

16-09-2010 /
Los artistas que fijan una posición política son víctimas de una caza de brujas. Presiones y costos. El caso de Andrea del Boca. Las opiniones de Goris, Peña, Fanego, Cherubito, Palomino, Cortese y Heredia.
Por Florencia Canale

Si hubo una década infame dentro de la comunidad artística de los Estados Unidos, no fue otra que la inaugurada por Harry S. Truman en marzo de 1947. Con la aprobación del Programa de Lealtad de empleados federales comenzó la escalada histérica por descubrir comunistas. En donde fuera y como fuera. Así se estigmatizó a actores como Charles Chaplin, que se vio obligado a exiliarse en Suiza, el inmenso dramaturgo Bertolt Brecht y muchos más. Desde el gobierno y bajo la batuta letal de su principal ejecutor, el senador McCarthy, la caza de brujas era la práctica habitual de la sociedad norteamericana.

En la Argentina y en la actualidad, no es el Gobierno quien señala a los artistas por sus ideas políticas. Hace tiempo que no se veía dentro de la escena pública a los actores del país exponiendo posturas y alineamientos con tanta firmeza. Algunos ya nos tenían acostumbrados. Los de la generación de la década del setenta. Aquellos que se habían involucrado con Teatro Abierto. Lito Cruz, Arturo Bonín, Luis Brandoni, Patricio Contreras, son sólo algunos de los protagonistas de esos momentos –y aún hoy– que hacían públicos sus ideales. La década del noventa sólo trajo tiempos de silencio político en los referentes del arte. Como si la consigna del politólogo norteamericano Francis Fukuyama, con el fin de la historia y de las ideologías para sustituirlas por la economía, hubiera sido la zanahoria de la comunidad artística toda. O casi toda.

La novedad de los actores con honestidad brutal es la incorporación de algunos exponentes de la televisión. Y pareciera que el arrime de estas figuras no ha sido bienvenido para algunas voces. A partir de la frase que expusiera Florencia Peña a esta revista el año pasado –“Yo hubiera sido montonera”–, los cañones comenzaron a apuntar hacia las personalidades públicas que se alineaban con la política de Cristina Fernández de Kirchner. Así fue como se los pudo ver en distintos actos públicos y acompañando, a Andrea del Boca, Esther Goris, Juan Palomino, Gastón Pauls. Y como en efecto dominó, algunos más se sumaban.

*Leé la nota completa en la edición impresa.


Informe: Raquel Roberti, Bruno Lazzaro
y Jorge Repiso

Revista Veinti tres

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